La formación en Psicoterapia Infantil Gestalt representa una oportunidad valiosa para los psicólogos y las psicólogas que desean ampliar su campo de acción, profundizar en el trabajo emocional con niñas y niños y construir una práctica terapéutica más consciente, humana y transformadora. Este enfoque, basado en una visión holística del ser humano, reconoce que los síntomas que presentan los niños son manifestaciones de una experiencia vivida en un entorno relacional, y que el verdadero cambio se logra no solo tratando al niño, sino fortaleciendo los vínculos que lo rodean.

Una de las principales razones para que un profesional de la psicología estudie Psicoterapia Infantil Gestalt es que este modelo ofrece herramientas especializadas para acompañar emocionalmente a los niños desde su lenguaje principal: el juego. La formación permite desarrollar habilidades para interpretar el juego simbólico, facilitar la expresión emocional y generar procesos de integración psicoafectiva que respetan el ritmo y la autenticidad del niño. Esto representa una ventaja frente a modelos más racionalistas o conductistas que tienden a intervenir sin comprender el trasfondo emocional.

Además, esta formación ofrece una mirada profunda y respetuosa del vínculo entre el niño y sus figuras cuidadoras. La Psicoterapia Infantil Gestalt relacional promueve la inclusión de los padres o tutores en el proceso terapéutico, reconociéndolos como agentes activos del cambio. Aprender a trabajar en sesiones conjuntas, brindar acompañamiento emocional a los adultos y mediar en la reparación del vínculo familiar son competencias esenciales que distinguen a los psicoterapeutas infantiles con esta especialización.

Otro beneficio significativo es el crecimiento profesional que ofrece. Ser psicoterapeuta infantil abre nuevas oportunidades laborales en consultorios privados, escuelas, clínicas psicológicas, centros de salud mental, ONGs o instituciones públicas que trabajan con infancia. Además, permite desarrollar una práctica independiente con gran demanda social, ya que los trastornos emocionales y conductuales en niños se han incrementado notablemente en los últimos años.

Finalmente, estudiar Psicoterapia Infantil Gestalt implica también un proceso de crecimiento personal. La formación suele incluir espacios de terapia didáctica y supervisión clínica que fortalecen la sensibilidad, la conciencia del propio estilo terapéutico y el compromiso ético del psicólogo.

En resumen, formarse como psicoterapeuta infantil Gestalt no solo amplía el horizonte profesional, sino que brinda herramientas profundas y humanas para acompañar la vida emocional de los niños de manera respetuosa, compasiva y transformadora.

 

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Por Dra. Guadalupe Amescua Villela
Fundadora del CESIGUE y autora del libro Psicoterapia Infantil Relacional: Modelo CESIGUE