La experiencia adquirida dentro del consultorio es vasta y enriquecedora si cada uno de nosotros tomamos lo mejor y lo que nos ha servido dentro del proceso de cada paciente atendido… en especial, sus “darse cuenta”.
Este término llamado awareness, nos permite demostrar a quien tenemos enfrente en terapia que hay ciertas situaciones que vive, que actúa, que habla y que no puede percatarse de lo qué y cómo lo está haciendo… en muchas ocasiones, lastimar al otro…

El otro puede ser la pareja, los hijos, los padres, los amigos, los vecinos, un desconocido, una mascota, cualquier ser vivo, en especial un ser humano que si puede expresar lo mucho que le duele y lastima la acción de nuestro paciente (obviamente es por ello que se encuentra en terapia, porque hay algo que está ocurriendo en su vida y que ya no sabe cómo salir adelante, de manera personal o en su convivencia con los que le rodean… no puede con la situación y ahora requiere ayuda).

Todas estas experiencias recabadas en la experiencia propia del terapeuta permiten tomarlas como un ejemplo viviente de que sí se puede “dar cuenta”, en especial, que se puede cambiar… Sin embargo, la parte primordial de dicha experiencia, es el cómo, que generalmente no se encuentra bien detallada en los libros por obvias razones, hay muchos caminos de cómo hacerlo, muchas variables de una historia que parecería igual a los ojos de otra persona.

Donde el ingenio del terapeuta entra para poder ayudar al paciente a darse cuenta de aspectos que no percibe, porque siempre ha vivido de la forma que lo hace y no sabe hacerlo de una forma diferente.

Por: Psic. Isa Villar

Tanatóloga y Psicoterapeuta Gestalt